sábado, 30 de diciembre de 2017

Pobreza en España

La crisis vivida en los últimos años en nuestro país han dejado una profunda huella en la sociedad española. Según el informe "El estado de la pobreza en España" publicado en octubre de este mismo año se estima que 13 millones de españoles están en riesgo de pobreza o exclusión social. Carlos Susías, presidente de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN), calificó de “invisibles” a los que se encuentran en esta situación. 


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Los datos más alarmantes y paradójicos en este ámbito es que el 30 por ciento de las personas que se encuentran en esta situación tienen trabajo y el 15 por ciento de las mismas poseen estudios superiores. Esta es una situación preocupante para nuestro país que presenta en este ámbito datos superiores al de la media europea y necesita que estos datos disminuyan significativamente. Para conseguir la pobreza disminuya en necesario un aumento de la inversión social. Volviendo a datos objetivos, la pobreza afecta más a jóvenes adultos de entre 16 y 29 años y el 50 por ciento de los hogares monoparentales con hijos está en riesgo de pobreza. A pesar de que los datos macroeconómicos como el PIB han mejorado tras la crisis, los datos de pobreza apenas lo han hecho, por lo que podemos afirmar que los pobres son los que más notan la crisis y menos la recuperación de la economía. Viendo todos estos datos en necesario reflexionar y pensar que es necesario la presencia de ayudas para los pobres que sean realmente eficaces y contribuyan a mejorar significativamente su situación con el fin de acabar con los datos tan alarmantes de personas en riesgo de pobreza que arrojan las encuestas. Además, logicamente una mejora de la pobreza, mejorará como consecuencia directa la economía de nuestro país
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El fracaso de la ayuda al desarrollo

El libro "La carga del hombre blanco" del economista estadounidense William Easterly es una feroz crítica a la ayuda internacional a los países pobres en las últimas décadas. El libro se basa en la comparación de los planificadores con los buscadores. Para Easterly los planificadores son aquellos que integran la ayuda internacional, estos enfocan la ayuda con planes utópicos que, en general, han fracasado a lo largo de la historia y han beneficiado muy poco a los países que se encuentran en situación de pobreza. Frente a estos planificadores burócratas se encuentran los buscadores, estos no buscan unos planes utópicos para que los países pobres se desarrollen, su actuación se centra en buscar problemas concretos y plantear soluciones concretas y puntuales. En general, la mayoría de acciones iniciadas por los buscadores han tenido más éxito en la ayuda internacional. Por otro lado, también es muy importante destacar que los buscadores tienes retroalimentación o feedback y responsabilidad frente a los pobres, mientras que los planificadores carecen de ello.  A lo largo del libro, Easterly analiza la situación de la ayuda en distintos ámbitos y muestra los fracasos que los organismo de ayuda internacional han cosechado en los países más pobres. Algunos de las medidas que analiza el autor es el intento de introducir en los países pobres el libre mercado y la democracia, a priori se puede creer que esto podría ser positivo para los países pobres, pero al intentar aplicar los planes desde arriba y sin conocer la verdadera realidad estos planes fracasan y empeoran la situación del país.  
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Viendo que la ayuda internacional no funciona y la población de los países pobre se encuentran en situaciones nefastas en necesario buscar soluciones y reestructurar la ayuda internacional. En el libro Easterly no plantea una solución definitiva que soluciona el gran problema de la pobreza . La mayor aportación que Easterly proporciona es que en los organismos de ayuda cobren más protagonismo los buscadores y no se aplican planes utópicos que pretendan planificar la economía, sino detectar problemas concretos y aplicar soluciones puntuales.

jueves, 28 de diciembre de 2017

Una paz para terminar con la paz

 Leyendo el libro "La carga del hombre blanco" de Easterly me llamó la atención la referencia que hacía el autor al libro "A peace to end all peace" de Fronkin. Quizás el título del libro y de esta entrada puede parecer paradójico y algo ilógico e incomprensible,ya que nunca se entiende la paz como algo que traiga problemas consigo, pero, sin embargo, esto fue algo cierto. La paz a la que hacemos referencia es el Tratado de Versalles. Para ponernos en situación, el Tratado de Versalles fue un tratado de Paz firmado al final de la Primera Guerra Mundial que oficialmente puso fin al estado de guerra que se estaba viviendo. Fue firmado el 28 de junio de 1919 en el Salón de los Espejos del Palacio de Versalles, exactamente cinco años después del asesinato del archiduque Francisco Fernando. 
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Nos vamos a centrar en las consecuencias que tuvieron las disposiciones de dicho tratado. Una de las disposiciones más importantes y que más controversia produjo fue que los perdedores de la contienda, es decir, Alemania y sus aliados, aceptasen toda la responsabilidad moral y material de haber causado la guerra y además, deberían desarmarse, realizar importantes concesiones territoriales a los vencedores y pagar enormes indemnizaciones económicas a los estados victoriosos. Los vencedores fueron demasiado duros con las obligaciones que le impusieron a los vencidos y toda esta dureza creó un recelo y un sentimiento de venganza en los países vencidos,sobre todo en Alemania que se encontraba en una grave crisis. Tras ver esto parece más lógico el título de la entrada, con la Paz de Versalles no se consiguió la paz en el territorio europeo, lo único que consiguio fue hundir aún más a los territorios vencidos y aumentar la tensión entre estos países. Es muy importante destacar que uno de los principales condicionantes de la llegada de Hitler al poder fue la mala situación de Alemania por las condiciones de la paz. Toda la tensión existente en Europa unida a la tiranía de el gobierno nazi  hizo que en 1939 estallará la Segunda Guerra Mundial. Por lo tanto aunque parezca de nuevo ilógico, se podría decir que la Paz de Versalles fue una de las principales causas de la Segunda Guerra Mundial.

sábado, 2 de diciembre de 2017

Sudáfrica. Apartheid, Mandela e incertidumbre

Hoy en día todos los españoles conocemos este país y le tenemos cierto aprecio por motivos deportivos, sin embargo, la mayoría de nosotros ignoramos su historia y la situación que se vive en este país. Al igual que el resto de países africanos, Sudáfrica es un país cuya historia está marcada por estar durante siglos sometido al poder colonial europeo. Vamos a centrarnos en los últimos 200 años de la historia de este país, coincidiendo con la llegada de los británicos en  el año 1797 a la Colonia del Cabo y con la victoria inglesa contra los neerlandeses que permitió la anexión de estos territorios. Los británicos descubrieron oro y diamante en la zona en la mitad del siglo XIX, aumentando el interés británico en la zona. En esta época comienzan los conflictos con los boers que se encontraban reprimidos, dichos conflictos terminaron con la formación de la Unión Sudafricana en el año 1910, sobre la que tenía soberanía el imperio británico.
En lo que respecta a los partidos políticos cabe destacar por un lado el partido sudafricano y por otro los partidos nacionales. La situación empeoró con el inicio de la Segunda Guerra Mundial y la  entrada de Sudáfrica en la guerra como aliada de Reino Unido. En el año 1948 el Partido Nacional llega al poder, este simpatizaba con las ideas de la Alemania nazi ,además estaba a favor de la creación de una segregación racial o apartheid, por lo tanto aplicó dichas ideas en su política creando un sistema segregacionista y racista que daba muchas ventajas a aquellas personas de raza blanca, mientras que las personas de raza negra carecían de la mayoría de ellos. Tras la Masacre de Sharpeville, en 1960, se llevó a cabo un referéndum para decidir si Sudáfrica se anexionaba al Reino Unido, el resultado fue negativo y de este modo Sudáfrica se independizaba del Reino Unido. Con el paso de los años, el apartheid provocó repudio, rechazo e indignación en el mundo entero y comenzaron  a surgir movimientos anti-apartheid. En 1989 se produjo un golpe palaciego dentro del Partido Nacional, el Presidente Pieter Botha fue desplazado por Frederik De Klerk, y éste inició el fin del apartheid. Se liberó a Nelson Mandela tras 27 años de prisión. en 1994, se realizaron las primeras elecciones democráticas del país. Nelson Mandela fue elegido presidente por mayoría absoluta en representación del CNA (Congreso Nacional Africano), partido que se ha mantenido en el poder desde entonces. El aislamiento internacional que pesaba sobre el país llegó a su fin.
Mandela se convirtió en un símbolo de la lucha contra el apartheid dentro y fuera del país y una figura legendaria que representaba la falta de libertad de todos los habitantes negros de Sudáfrica.
A pesar del fin del apartheid, millones de sudafricanos negros viven en la pobreza actualmente y existe una gran conflictividad social interna. En lo que respecta a la economía, esta se  ha conseguido diversificar un poco, sin embargo la actividad económica más importante sigue siendo la exportación de oro y diamantes.
El futuro económico y social de sudáfrica es incierto debido al gran número de homicidios y las políticas que están llevando a cabo el CNA

miércoles, 29 de noviembre de 2017

Desastre del 98. Declive político y social

Conocemos el desastre del 98 como la pérdida de las últimas colonias españolas en Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Este hecho, tuvo una gran transcendencia en la historia contemporánea de nuestro país debido a las consecuencias que trajo las pérdidas de dichas colonias. Estas consecuencias van más allá de las consecuencias económicas propias de la pérdida de las colonias, ya que el desastre del 98 en España evidenció el sistema de la Restauración y dejo a España en una grave crisis social, política y económica
Colonias españolas (enlace foto aquí)

El conflicto con Cuba fue un proceso largo y lento que comenzó con la Revolución del 1868, la situación en la isla se agravó con la sublevación de Martí y la extensión del sentimiento nacionalista por toda la isla. Es muy importante destacar el hecho de que la sublevación de las últimas colonias españolas terminó en un conflicto bélico entre España y Estados Unidos, de hecho, aquí se encuentra la clave de la victoria colonial. EEUU veía un Cuba un mercado muy atractivo y con mucha potencia para desarrollarse, además de la importancia estratégica de dicha zona, el interés de EEUU en poseer esta isla era tan grande hasta el punto de que el presidente presidente Polk –uno de los que más expandió el territorio de Estados Unidos–ofreció más de 100 millones de dólares a los españoles por la isla, cantidad que fue rechazada por los españoles. En el conflicto EEUU, obviamente, apoyaba los intereses de los sublevados coloniales y aprovechó el hundimiento del acorazado Maine, que se encontraba en La Habana, para culpar a los españoles y tener por lo tanto una excusa para entrar en la guerra. Al entrar EEUU en juego, el ejército español no pudo con el poderío militar estadounidense y la guerra terminó con la paz de París y la pérdida de las colonias.
A partir de este momento se evidenció la necesidad de realizar grandes cambios en España para poder levantar el país y poder revitalizar así la economía del país.